6/15/2011

UNA FORMA DE ENSEÑANZA DE LA HISTORIA UNIVERSAL: A PROPÓSITO DEL SURGIMIENTO DE LAS IDEOLOGIAS BURGUESAS


                                                                                                                       
Alberto Rivera


betorh58@hotmail.com

“En el campo idealista existe una tendencia generalizada a aislar abstractamente procesos, seres e ideas para considerarlas separadamente y luego pretender llegar al conocimiento de su esencialidad apriorísticamente. Lo propio se hace con los productos de la actividad del hombre”
(Guardia Mayorga: 1993)
                                                                                        
La historia es una ciencia social, analiza las actividades humanas en todos los ámbitos (económicos, políticos, ideológicos, culturales, etc.), de los hombres en colectivo y no de individualidades - como pretende ver la historia no científica - . Por tanto, la historia como ciencia debe ser enfocada como un proceso ineluctable en espiral ascendente de las relaciones sociales de los hombres (modos  de producción) en el tiempo; y que   tiene en la lucha de clases (su ley fundamental), al motor que dinamiza el proceso social.
Como ciencia, la historia, debe estudiarse como proceso, con partes que se interrelacionan e interactúan entre sí,  unas a otras, y no de forma aislada; de esta manera, no podríamos entender y comprender la aparición del feudalismo, sin haber  comprendido el desarrollo, ascenso y colapso del modo de producción esclavista, al interior del cual se fueron configurando los nuevos elementos que dieron forma al nuevo modo de producción feudal.
Fue durante la etapa final del esclavismo romano (dominado), y debido a la ineficacia del sistema esclavista, al no responder a las nuevas condiciones  sociales y económicas, que se hizo posible la gestación de nuevas formas de relacionarse los hombres para producir, muy ajenas a las formas esclavistas, nuevas formas que surgían de la necesidad de producir en nuevas condiciones; así surgió, el colonato, de la necesidad de los sectores esclavistas romanos de poder mantener la producción que decaía entrando en crisis terminal, producto del propio colapso del esclavismo. Estas nuevas formas constituirían en el tiempo el antecedente más remoto del futuro feudalismo.
De la misma forma podríamos analizar, como se  configuró el esclavismo; el cual surgió de la descomposición de la Comunidad Primitiva, esta última caracterizada por sus relaciones sociales de producción (relaciones establecidas por los hombres al producir), de forma comunal y colectiva; este sistema comunitario, frente a los cambios climáticos, el desarrollo del conocimiento, y principalmente la necesidad de los hombres de hacer frente a una crisis en la producción, hizo posible un gran avance, una verdadera revolución, llamada La Revolución Neolítica, la cual constituyó un salto en la calidad de vida del hombre de estos tiempos; el cual pudo transformar su economía de subsistencia en una economía de carácter productiva y autosufiiente; logrando de esta manera un progreso en su emancipación de la naturaleza.
El comprender la Revolución Neolítica y su trascendencia, implica conocer el proceso que llevó al hombre, frente a una realidad concreta de crisis en la economía, a  descubrir la agricultura y la ganadería, dos actividades que trasformarían radicalmente su vida misma antes de nomadismo y luego de semi nomadismo, a una vida sedentaria; y con ello la aparición del excedente en la producción, posibilitando las condiciones para la aparición de las clases sociales. Al irse configurando esta nuevas clases sociales, se produce la aparición del estado, institución legitimizadora que detenta el poder en beneficio de una minoría (sector dominante),  frente a una mayoría que pasa a conformar el sector dominado, y ha partir de la instauración del estado, la aplicación de mecanismos por parte de la élite dominante para la manutención del status quo, por medio del dominio ideológico (religión) y en el nivel coercitivo la aparición de un  grupo armado, defensor de los intereses del sector social dominante, nos referimos a los guerreros; nada de esto se podría entender de manera aislada; allí se encuentra el secreto para poder tener una mayor comprensión científica de la historia.
Muchas veces es común asociar, el dominio y conocimiento de la historia a la larga lista de fechas, personajes y hechos memorables, forma común de entender la historia, y que dista mucho de una real y verdadera comprensión de los procesos sociales. ¿Es prueba de dominar historia universal, el saber la fecha exacta de la caída de  Constantinopla, del descubrimiento de América, o acaso sabes mas Historia del Perú quien aprendió de memoria la fecha de fundación de Lima? Nosotros decimos que no, que esa forma de concebir la historia es sólo un tipo de conocimiento superficial y memorístico propio en cierta forma de enseñar en la educación secundaria y en la misma preparación pre universitaria; afortunadamente para la ciencia hay aún algunos profesores que inciden en buena medida en la comprensión de la historia como proceso, y al estudio de la ciencia histórica con un método de estudio que no sólo sirve al alumno para una comprensión optima de la historia, sino que le brinda las herramientas para una real comprensión de las leyes que rigen el desarrollo social  y así puedan entender y comprender los hechos históricos, las causas y consecuencias que producen determinados hechos sociales.
Y es que la historia oficial, en nuestro país, ha sido y es, instrumento de dominación, hoy del imperialismo, teniendo como objetivo principal, encubrir la realidad actual, caracterizada por mayores niveles de desigualdad social, producto de un sistema económico social – el capitalismo en su etapa imperialista - que acrecienta la ya enorme brecha entre un pequeño grupo de ricos y una inmensa cantidad de pobres, lo cual no sólo se expresa a nivel nacional sino también en el ámbito mundial.
Esta forma de estudiar la historia, como proceso, es el mejor método para los estudiantes que desean comprender, por ejemplo, por que los indígenas amazónicos hace algunos días se levantaron en el Marañon, iniciando un nuevo proceso de lucha en defensa de sus tierras y lograron paralizar las principales empresas del estado (petrolíferas, gasíferas e hidroeléctricas) de la amazonia; la causa, el arbitrario intento del ejecutivo en la implementación de la denominada “Ley de la Selva” (DL. 1015 y DL.1073), que buscaba erradicar el carácter inalienable, inembargable e imprescriptible de los derechos colectivos de los pueblos indígenas sobre sus tierras. Esta política estatal sólo se puede comprender si entendemos que el gobierno del Sr. García se ha colocado al servicio de las grandes corporaciones trasnacionales o a favor de los capitales extranjeros que observan con muy buenos ojos nuestra amazonia (como fuente de riquezas acuífera, forestal, petrolífera, hídrica, maderera, etc.) y que solamente desea el máximo beneficio en la obtención de sus ganancias.  Para ello, el ejecutivo promueve una política económica de acceso irrestricto y con amplios privilegios al capital trasnacional. Este nuevo enfrentamiento comprueba una vez mas la contradicción principal que venimos sosteniendo y que se revela en la realidad social (la contradicción entre gobierno pro imperialista y población antiimperialista) (Ver Vértice No 11, pág.6)
EL HUMANISMO Y EL RENACIMIENTO: IDEOLOGIAS BURGUESAS
Tres fuerzas sociales se dibujaron el feudalismo europeo, los campesinos feudatarios, (siervos libres y siervos de la gleba), sector mas explotado del orden feudal, el segundo la burguesía, sector emergente compuesto por industriales, banqueros y mercaderes, que hacia finales del siglo XII iniciaban un proceso lento de consolidación como clase, y que en perspectiva se convertía en la clase revolucionaria del régimen feudal (siglos XVII en el caso ingles y XVIII para el francés), y finalmente el sector noble, clase reaccionaria defensora de un orden feudal que para el siglo XIV y XV se proyectaba como caduco.
Durante la etapa feudal europea, el campesino principal fuerza social y como clase social explotada luchó por su emancipación; entre los principales movimientos antifeudales en Europa podemos mencionar a la rebelión de los campesinos franceses de 1358 denominado la Jacquerie, (nombre que deriva de Jacques Bonhomme, nombre que las clases dominantes dieron al campesino francés). Este movimiento apoyado por la burguesía en muchas áreas, saqueó castillos, y los señores feudales tuvieron que utilizar la violencia y severas represalias para castigarlos (20000 insurgentes asesinados en dos semanas).
Un segundo ejemplo de lucha de los campesinos lo tenemos en el caso del movimiento denominado Husita, (nombre derivado de Juan Huss quien fuera quemado por orden del alto clero de la Iglesia Católica en 1415), el cual se inició como un aparente movimiento anticatólico pera luego devenir, apoyado por artesanos y burgueses en un gran movimiento de características nacionales en Bohemia; por ello el Papa  organizó una cruzada para someterlos (en esta cruzada participarían germanos y caballeros de todos los países de Europa). En respuesta los husitas no sólo continuaron destruyendo  templos y monasterios sino se apoderaron de las tierras del rey y de los señores feudales. A pesar de cinco cruzadas organizadas por los católicos europeos contra ellos, los husitas conformaron un poderoso brazo armado, que incluso pasaría a la ofensiva llegando hasta el mar Báltico y obligando al emperador alemán Segismundo a negociar con un sector del movimiento, los moderados, ultraquistas o calixtinos  (conformado principalmente por miembros de la nobleza y la burguesía). El otro sector denominados los taboritas, cuyo líder era Juan Ziska (compuesta en su mayoría por campesinos), rechazaría la negociación que  reconocía las tierras quitadas a la Iglesia como propiedad de los husitas, y también la legitimidad de la Iglesia Checa, esta radicalización tuvo consecuencias funestas para el movimiento el cual fue derrotado en la batalla de Lipani (1434). La derrota taborita obedecería principalmente a su aún debilidad política y desorganización, no contaba con una dirección  y un líder que hiciera prioridad la cuestión política y subordinada la  forma militar.
Estos numerosos movimientos campesinos europeos de los siglos XIV y XV son muestra de los intentos por parte de los campesinos de configurar un nuevo orden social, que devolviera las tierras a sus legítimos herederos; sin embargo la fuerte represión hacia los campesinos por parte de los nobles feudales, sumado a la falta de organización política de los campesinos hicieron posible que la burguesía asumiera papel preponderante en los futuros movimientos antiufeudales, en la dirección de los movimientos dotándolos de nuevas formas de lucha, inspiradas en muchas veces en las formas que habían practicado los campesinos en sus luchas de liberación. Esta forma de lucha también enseñaría a la burguesía que el enfrentamiento con el orden feudal no se podría dar sólo en el terreno militar sino también en el plano de las ideas, así surgieron los movimientos ideológicos de la burguesía producto del entendimiento de la burguesía de desplegarse en nuevas formas.
Para estudiar el humanismo y el renacimiento, es imprescindible partir de una premisa muy importante, las ideas y conocimientos son producto de la base económica, se encuentran interrelacionadas, no podríamos entender y menos aún comprender cualquier idea de la historia sin antes comprender la base económica sobre la que se desarrolla; de esta manera, es inconcebible tener una comprensión clara de estos movimientos ideológicos (humanismo y renacimiento), si no exploramos previamente al sector social burgués, forjador  e impulsor de ambos movimientos.
Durante los siglos XIV – XV  en Europa, el país más progresista era Italia, constituida por varias emergentes repúblicas (Venecia, Génova y Florencia entre las principales), estas ciudades por su rica actividad económica gestaron una burguesía emergente (industriales, banqueros y mercaderes);  clase que impulsó la gestación de una nueva etapa en la historia de la humanidad, el nacimiento de la primera etapa del capitalismo, el mercantilismo.
La dictadura de ideas impuesta por la clase feudal (nobles y clero) en el mundo medieval, tuvo como características principales: su sentido providencial (todo lo que sucede por disposición de Dios), su teocentrismo (todo gira en torno a Dios) y los modelos morales que eran los santos y los personajes de la Iglesia.
Frente a ello la lucha de clases, se expresada en lucha de ideas, principalmente entre  dos clases sociales antagónicas; el sistema de ideas que sustentaba el feudalismo y sus postulados defendido por la clase de los señores feudales y el clero; mientras el sector popular liderado por la burguesía iniciaba una revolución en las ideas; en donde el hombre ya no era un ser pasivo, impotente a la voluntad divina; sino muy por el contrario, el hombre  empezaba su emancipación de la providencia; surge así la idea del Humanismo, el cual rechaza las viejas ideas religiosas defensoras del orden feudal y su visión providencial reivindicando la dignidad y el valor de la persona como ser racional que por su misma capacidad puede hallar la verdad y practicar el bien.
Hacia el siglo XV, Italia fue el foco de difusión del movimiento artístico, cultural denominado Renacimiento y por el cual, la burguesía retomando el modelo greco latino, produjo no sólo cambios estéticos sino la sustitución de los modelos tradicionales feudales, soporte de la clase señorial. Esta ideología burguesa buscó resaltar los modelos y estudios clásicos para desplazar el modelo providencial y  por hacer de la antigüedad clásica una pauta y el modelo a seguir en toda la actividad cultural.
Las ideologías burguesas que acabamos de señalar el Humanismo y Renacimiento, marcan el primer hito del desarrollo de una clase social, la burguesía, que entre los siglos XIV y XV inicia su proceso su gestación  y desarrollo; un nuevo momento de maduración en su camino a la obtención del poder político y la instauración del régimen capitalista como formación económica dominante, será el movimiento de la Reforma que no solo es un movimiento de corte religioso sino que esconde, los deseos de una clase burguesa que busca desplazar y disminuir el poder político de la Iglesia mediante la secularización de sus bienes y supresión de sus rentas, en beneficio de los príncipes y reyes. De esta forma la Reforma Protestante constituye un segundo momento de desarrollo de la burguesía, la cual finalmente ya madura esbozara en el movimiento de la Ilustración, las bases y principios políticos de su futuro estado, elaborado acorde a sus necesidades como clase.